Autora : Yaiza Igualada Palacios
Cuarto curso de Medicina grupo "A" (curso 2024/25)
Código de trabajo : 2406-YIP
Técnica que se realiza, fundamentalmente, en el tratamiento de la hiperbilirrubinemia por la enfermedad hemolítica del recién nacido (EHRN).
Supone la sustitución de hasta el 90% de la propia sangre del recién nacido por sangre de un donante, con el fin de tratar la anemia y la hiperbilirrubinemia (5).
Otras indicaciones son:
En los RN con hiperbilirrubinemia hemolítica, secundaria a isoinmunización Rh (D, C, E) o incompatibilidad de grupos (ABO, Kell, Duffy, Kidd) serán:
1. Selección del concentrado de hematies según indicación de la ET:
2. Características del concentrado de hematies:
3. Características del plasma fresco congelado para usar en la ET:
INTRODUCCIÓN
La concentración de bilirrubina sérica total (BT) representa el total de la bilirrubina acumulada en la circulación. La carga de BT depende del balance entre producción, conjugación, eliminación y circulación enterohepática. Los factores biológicos que influyen en la producción de bilirrubina incluyen desde la caída del hematocrito hasta la hemólisis extravascular (cefalohematoma) o intravascular inmunomediada (ABO, Rh o incompatibilidad de grupo menor) o no inmunomediada (déficit de glucosa-6-fosfato deshidroganasa, esferocitosis, déficit de piruvato quinasa).
La conjugación de bilirrubina se ve afectada en algún grado en la mayoría de los recién nacidos (RN), pero el grado de este defecto viene determinado por la edad gestacional y otros factores, como la raza y el sexo. Influyen asimismo en la circulación enterohepática de la bilirrubina determinados factores, como la frecuencia de las deposiciones que, a su vez, se relacionan con el volumen y la frecuencia de la toma y el reflejo gastrocólico. El retraso en la eliminación de meconio y la desconjugación de bilirrubina por las glucoronidasas intestinales pueden aumentar la circulación enterohepática.
Aproximadamente, un 60% de los recién nacidos a término sanos tienen ictericia clínica en la primera semana de vida. Un 0,02-0,1% de estos RN desarrollarán hiperbilirrubinemia extrema. El objetivo principal en el manejo de los RN que desarrollan hiperbilirrubinemia extrema es evitar la encefalopatia. La exanguinotransfusión (ET), que consiste en extraer uno o dos volúmenes de sangre del recién nacido (RN) e intercambiarla por concentrado de hematies fresco y plasma de un donante compatible, permite, a pesar de las complicaciones asociadas, disminuir la concentración de bilirrubina y, por tanto, minimizar el daño neurológico.
Identificar RN con riesgo de desarrollar hiperbilirrubinemia severa y kerníctero es un problema al que se enfrentan los clínicos desde que se conoce la ictericia, hace más de 100 años. Todos los RN deben ser evaluados en busca de ictericia. Aunque tradicionalmente se ha utilizado la distribución y la intensidad de la ictericia como indicador de la concentración sanguínea de bilirrubina, algunos estudios clínicos recientes han observado una escasa correlación entre la estimación visual y los niveles sanguíneos, por lo que la recomendación actual es que el grado de ictericia debe comprobarse con la medición sérica o transcutánea de la bilirrubina. Además, la cifra de bilirrubina debe interpretarse en relación con la edad del niño en horas de vida.
La tendencia actual a dar un alta precoz tras el parto, junto con el aumento de la lactancia materna, acompañado por un deficiente apoyo a las madres lactantes, son factores de riesgo para el desarrollo de hiperbilirrubinemia.
La mejora y protocolización del diagnóstico, tratamiento prenatal y posnatal de la incompatibilidad Rh y ABO, y de todos los RN con riesgo de hiperbilirrubinemia de cualquier etiología, junto al seguimiento generalizado de las normas dictadas por las guías de la Academia Americana de Pediatría (AAP), han conducido a disminuir el número de ET que se realizan; a pesar de que la introducción de esta técnica disminuyó la mortalidad y morbilidad de la enfermedad hemolítica del RN, cambiando la historia del kernícterus o ictericia nuclear. Aun así, en los países en desarrollo de Asia y África, a pesar de los avances en la fototerapia, técnica ampliamente utilizada para el tratamiento de la hiperbilirrubinemia, las tasas de exanguinotransfusión siguen siendo altas, ya que muchos neonatos son llevados tarde al hospital cuando ya tienen hiperbilirrubinemia extrema y/o signos de encefalopatia aguda por bilirrubina.
Sin embargo, es verdad que la cierta disminución en la frecuencia con la que se realizan las exanguinotransfusiones trae como consecuencia un aumento de las complicaciones inherentes a la realización de la técnica, contribuyendo a esto la inexperiencia en la realización del procedimiento (1,2,3,4).
¿QUÉ ES LA EXANGUINOTRANSFUSIÓN NEONATAL?
Técnica que se realiza, fundamentalmente, en el tratamiento de la hiperbilirrubinemia por la enfermedad hemolítica del recién nacido (EHRN).
Supone la sustitución de hasta el 90% de la propia sangre del recién nacido por sangre de un donante, con el fin de tratar la anemia y la hiperbilirrubinemia (5).
INDICACIONES PARA REALIZAR UNA EXANGUINOTRANSFUSIÓN
La eliminación de anticuerpos en enfermedad isoinmunitaria por anti-D fue la más frecuente; en la actualidad, otras causas de enfermedad hemolítica, como de incompatibilidad de grupos ABO, Kell, Duffy, Kidd o de Rh (Rh E, Rh C), son indicación de ET también.
- Hiperbilirrubinemia que alcance nivel tóxico para el sistema nervioso central de cualquier etiología, no controlable por fototerapia.
- Corrección de la anemia y mejora de la insuficiencia cardíaca en recién nacido con hidropesía secundaria a enfermedad hemolítica.
- Hiperbilirrubinemia no inmunitaria. Esferocitosis, a- talasemias y b-talasemia, déficit de glucosa-6 fosfato-deshidrogenasa.
- Cuadros sépticos neonatales con coagulopatia de consumo y malaria.
- Anemia por crisis drepanocítica severa.
- Eliminación de metabolitos tóxicos (hiperamoniemias, intoxicaciones, acidosis orgánicas).
- Policitemia.
El tratamiento pre y posnatal que más ha contribuido reducir las necesidades de ET por isoinmunización Rh (D) es la administración de inmunoglobulina anti-Rh D a las gestantes negativas en la semana 28. También debe administrarse inmunoglobulina anti-Rh D en abortos espontáneos o inducidos, embarazo ectópico o sangrado vaginal y siempre que se realice una técnica que suponga un riesgo de hemorragia fetomaterna (biopsia corial, amniocentesis, cordocentesis, versión fetal en presentaciones anómalas). Tras el parto, la administración se hará nuevamente cuando el hijo sea Rh positivo. La dosis es de 300μg, que se reduce a 50μg sólo cuando el riesgo es en el primer trimestre.
A pesar de todos los avances en el diagnóstico y tratamiento posnatal, inicio temprano de fototerapia, administración de inmunoglobulina, la pregunta de cuál es el umbral crítico de bilirrubina para la realización de una ET en el RN, en términos de lesividad a largo plazo para el sistema nervioso central (SNC), sigue sin ser contestada al estar implicadas muchas variables, como edad gestacional y posnatal en horas del RN, presencia de hemólisis, anemia, acidosis metabólica, patología acompañante, etc., que tendremos que valorar al plantearnos realizar una ET y no sólo una determinación aislada de bilirrubina, aunque ésta sea de 20 mg/dl. (2,6)
OBJETIVOS AL REALIZAR UNA EXANGUINOTRANSFUSIÓN
En los RN con hiperbilirrubinemia hemolítica, secundaria a isoinmunización Rh (D, C, E) o incompatibilidad de grupos (ABO, Kell, Duffy, Kidd) serán:
- Corregir la anemia y mejorar los signos de insuficiencia cardíaca en los RN con hidropesía, aportando hematies no vulnerables a los anticuerpos maternos circulantes.
- Disminuir la concentración de bilirrubina indirecta libre en el plasma, consiguiendo la prevención de la neurotoxicidad causada por aquella.
- Interrumpir el proceso de hemólisis, extrayendo los anticuerpos circulantes presentes en el plasma y los hematies parcialmente hemolizados o recubiertos de anticuerpos, remplazándolos por los hematies y el plasma del donante libre de antigenos sensibilizantes.
El objetivo en los RN con ictericia hemolítica no isoinmune (esferocitosis, déficit de glucosa-6 fosfato deshidrogenasa) es la corrección de la anemia y el descenso de la bilirrubina.
Cuando realizamos una ET parcial por policitemia sintomática, el objetivo será el descenso del hematocrito (Hto) hasta niveles del 55-60% y la desaparición de la sintomatología dependiente (2).
Como objetivos específicos de la preparación, están el realizar la técnica con la máxima esterilidad y llevar a cabo el procedimiento con la máxima seguridad transfusional (6).
SELECCIÓN Y PREPARACIÓN DE LA SANGRE PARA LA EXANGUINOTRANSFUSIÓN
Utilizaremos sangre total reconstituida, preparada a partir de concentrados de hematies y plasma fresco congelado, consiguiendo un Hto y una hemoglobina (Hb) adecuados para el RN.
El proceso es el siguiente:
- En RN con isoinmunización anti-D el concentrado de hematies será isogrupo con el RN y el factor Rh negativo.
- En casos de incompatibilidad de grupo (ABO) el concentrado de hematies será grupo O, con factor Rh igual al del RN.
- En otras enfermedades hemolíticas isoinmunitarias la sangre no contendrá el antigeno sensibilizante, siendo preciso determinar la compatibilidad cruzada con la madre.
- En la hiperbilirrubinemia no inmunitaria, la sangre se cruza con los hematies y el plasma del RN.
2. Características del concentrado de hematies:
- Antigüedad menor de 7 días, para evitar la hiperpotasemia y el desplazamiento de la curva de disociación de la hemoglobina por descenso del 2–3 difosfoglicerato.
- Desleucotizado, para evitar las infecciones por (citomegalovirus, retrovirus HTLV-1 y 2 y Chagas). Se realiza por filtración prealmacenamiento, con filtros específicos, para garantizar un contenido inferior a 1 × 106 leucocitos por unidad de concentrado de hematies.
- Irradiado, para prevenir la reacción injerto contra huésped, indicado cuando la ET se realiza en RN pretérminos o en RN inmunodeficientes.
- Se emplea anticoagulante, siendo el más usado el CPD (citrato-fosfato-dextrosa).
3. Características del plasma fresco congelado para usar en la ET:
- En isoinmunización Rh e incompatibilidad ABO, el grupo del plasma será el mismo que el del RN.
- El plasma fresco debe seguir la normativa de seguridad (Real Decreto 1088/2005), preferiblemente por cuarentena (es decir, el plasma del donante debe estar inmovilizado, hasta la próxima donación, un mínimo de 4 meses).
- La sangre reconstituida no tiene plaquetas, por lo que deberá transfundirse una vez finalizada la ET (2).
MEZCLA DEL CONCENTRADO DE HEMATÍES Y PLASMA FRESCO
La mezcla se realizará en condiciones de asepsia, preferiblemente en cámara de flujo laminar en el banco de sangre.
La sangre pasará por un sistema que la mantenga a una temperatura de 36 oC, evitando tanto la hipotermia como la hipertermia del RN, así como alteraciones en la integridad de los hematies.
En los RN no anémicos, la ET se realiza con una mezcla de concentrado de hematies y plasma fresco para obtener una unidad de sangre con un Hto 45-50%.
En RN con anemia se realiza la mezcla con menor cantidad de plasma, para conseguir un mayor Hto.
La realización de una ET para conseguir el descenso de bilirrubina y la retirada de anticuerpos requiere un intercambio de dos veces la volemia del RN. Con ello se recambia el 87-90% de la sangre del RN. La volemia del RN se calcula multiplicando 80ml por el peso (kg) (2).
TÉCNICA PARA LA REALIZACIÓN DE LA EXANGUINOTRANSFUSIÓN
El material necesario para el procedimiento se muestra a continuación:
Tabla 1. Material necesario para la exanguinotransfusión
Figura 1. Equipo y material específico para realizar exanguinotransfusión.
CUIDADOS GENERALES
Se deberá realizar con la máxima asepsia posible, utilizando para ello la indumentaria previamente comentada y realizando los procesos de asepsia y antisepsia adecuados, teniendo que emplear instrumentos, como por ejemplo una campana de flujo laminar para poder tener ambientes libres de contaminación.
La técnica de exanguinotransfusión se debe iniciar en las condiciones más estables del RN y corregir previamente a la realización de la ET las alteraciones que pueda presentar (acidosis, hipotermia, hipoglucemia, hipotensión).
El RN a término debe estar preferiblemente en cuna térmica, el pretérmino en incubadora; ambas con características de cuidado intensivo neonatal, y la temperatura durante el procedimiento, controlada por servocontrol. Hay que monitorizar constantes vitales, frecuencia cardíaca, respiratoria, tensión arterial y presión venosa central.
Se debe controlar la diuresis, colocar bolsa de orina y/o sonda vesical. Mantener sonda nasogástrica abierta a bolsa y retirar el contenido gástrico si previamente ha iniciado nutrición enteral.
Preparar el equipo necesario para reanimación, fuente de oxígeno, aspirador, Ambú®, tubos endotraqueales y fármacos vasoactivos.
VÍAS PARA LA REALIZACIÓN DE LA ET
Se canaliza la vena umbilical, de elección para la realización de la ET, y la vena periférica, preferiblemente percutáneo-cava, para la administración de fluido, terapia base y medicación. El catéter se introducirá preferiblemente hasta vena cava inferior o la distancia necesaria para que la sangre refluya. Se deberá localizar la posición del catéter por radiografía.
En casos de onfalitis o imposibilidad de canalizar la vena umbilical, podemos realizarla por catéter venoso en femoral. También se obtienen resultados similares utilizando accesos vasculares periféricos. La canalización de arteria umbilical es necesaria para la exanguinotransfusión isovolumétrica.
MODOS DE REALIZAR LA ET
La técnica más comúnmente usada es la extracción-inyección a través de la vena umbilical:
- 1º: el catéter se conecta a una llave de tres pasos acoplada a una jeringa de 20ml; se procede a extraer alícuotas de sangre del RN que no produzcan cambios hemodinámicos ni fluctuaciones en el flujo sanguíneo cerebral. Variarán según el peso: 5ml para RN menores de 1.500g, 10ml para RN de 1.500-2.500g y 15ml para los de peso superior a 2.500g.
- 2º: la sangre extraída se tirará a la bolsa de desecho.
- 3º: sin desconectar la jeringa, y siguiendo la rotación de las manecillas del reloj, extraeremos la misma cantidad de sangre de la bolsa de sangre preparada y pasaremos a introducirla por el catéter umbilical de nuevo al RN.
Un ayudante deberá ir anotando cuántas veces hacemos los pases y la cantidad de cada uno de ellos, para conocer la cantidad total en ml que llevamos en todo momento.
Cada 100ml cambiados, o cada 15–20 minutos, realizaremos los siguientes pasos:
- 1. Agitar la bolsa de sangre para evitar la sedimentación de los hematies y mantener el Hto constante.
- 2. Vigilar y anotar las constantes vitales: frecuencia cardíaca (FC), respiratoria (FR), temperatura, presión venosa central (PVC) y presión arterial (PA), que deberán estar monitorizadas.
- 3. Administrar 1ml de gluconato cálcico a la vez que inyectamos la sangre al RN; a pesar de que la administración de calcio por vía intravenosa durante la ET es controvertida, pues, aunque la hipocalcemia es un efecto secundario frecuente, la administración de calcio puede producir bradicardia y amplias fluctuaciones en la frecuencia cardiaca del paciente, por lo que se recomienda administrar solo en aquellos casos en los que haya alteraciones clínicas o electrocardiográficas significativas.
No hay que olvidarse de posibles alteraciones de la coagulación. Algunos autores recomiendan la administración de plasma fresco congelado, bien como la última alícuota inyectada, bien una vez terminada la ET.
Asimismo, el uso de profilaxis antibiótica debe ser valorado según cada caso. En caso de utilizarse, se administrarán 2 dosis de cefazolina, una previa a la realización de la técnica y otra 12h después. La dosis será de 50mg/kg/día (2, 3, 6).
ELECCIÓN DE LOS VOLÚMENES QUE SE DEBEN INTERCAMBIAR Y VELOCIDAD DE RECAMBIO
Si el estado general y hemodinámico del RN lo permite, realizaremos la ET de dos volúmenes (80 ml/kg) × 2; con ello la cifra sérica de bilirrubina disminuye al 45% de las previas al inicio del procedimiento.
Los rebotes con aumentos de hasta el 60% en la bilirrubina previa a la ET se relacionan con la lisis de hematies de los fondos comunes extravasculares (bazo y médula ósea), o por lisis de hematies recién formados, por anticuerpos aún presentes.
La ET de un volumen (80 ml/kg) o menos está indicada en los RN muy inestables, con signos de hidropesía, para corregir la anemia y mejorar los signos de insuficiencia cardíaca (IC). Antes de iniciar la ET, si la presión venosa central está elevada, tendremos que realizar recambios negativos con las primeras emboladas y hasta que la PVC baje y mejoren los signos de IC es aconsejable iniciar tratamiento con inotrópicos.
La velocidad de recambio tiene poca influencia sobre la cantidad de bilirrubina retirada, pero influye en las condiciones hemodinámicas del RN.
Los cambios en la PA y, quizá, los transmitidos retrógradamente por las venas mesentéricas explican las frecuentes alteraciones intestinales isquémicas que se producen tras la realización de ET.
Las emboladas muy rápidas y con alícuotas grandes conducen a hipotensión, hipoxemia y, con frecuencia, a alteraciones en glucemia, calcemia y niveles de electrolitos, que son mal tolerados por el RN.
La duración mínima para la realización de una ET de dos volúmenes es de una hora, si bien en pacientes inestables el tiempo necesario puede ser de 90–120 minutos.
Tenemos que tener en cuenta que, si el paciente está hipervolémico o con presión venosa central elevada, se empezará la ET por la extracción, mientras que en pacientes hipovolémicos o con baja presión, se comenzará por la administración de sangre (2, 6).
EXANGUINOTRANSFUSIÓN ISOVOLUMÉTRICA SIMULTÁNEA
Consiste en la realización simultánea de extracción e introducción del mismo volumen de sangre a través de dos catéteres (uno arterial y otro venoso), usando bombas de perfusión o con dos personas extrayendo y perfundiendo simultáneamente a una velocidad de 2–3ml/kg/min. Con ello se reducen las oscilaciones de PA media, gasto cardíaco y PVC, que se relacionan con los cambios en el volumen de flujo sanguíneo cerebral demostrados cuando la ET se realiza con la técnica convencional de introducción/extracción. Por eso, este modo de proceder estará indicado en los RN muy inestables hemodinámicamente, en los inmaduros o en los RN con patología asociada (cardiopatia congénita, sepsis, etc.) (2).
ACTUACIONES Y CONTROLES POSTEXANGUINOTRANSFUSIÓN
El RN se colocará de nuevo en fototerapia, monitorizado y controlando bilirrubina, Hto, Hb y coagulación cada 4, 6 y 8h.
Habrá que prevenir y/o tratar la hipocalcemia e hipomagnesemia secundaria a la unión del citrato de la sangre transfundida con calcio iónico y magnesio; también se debe prevenir la hipoglucemia secundaria a un hiperinsulinismo debido a la elevada cantidad de glucosa en la sangre transfundida.
El catéter debe fijarse y localizarse por radiografía.
Se dejará a dieta una o dos tomas, dependiendo del estado del RN (2).
CONTRAINDICACIONES PARA LA EXANGUINOTRANSFUSIÓN
COMPLICACIONES DE LA EXANGUINOTRANSFUSIÓN Y PREVENCIÓN
La exanguinotransfusión conlleva numerosas posibles complicaciones, como son las que se mencionan a continuación:
- Mala colocación del catéter, plegamiento u obstrucción de este, que provocará llanto en el neonato con la inyección, dificultad en la extracción, distrés brusco y presión venosa central elevada, que también puede darse por un paso reiterado de bolos con sangre sin la pertinente extracción.
- Alteraciones metabólicas, como hipocalcemia, debido a los conservantes sanguíneos que ligan calcio y magnesio e hipercaliemia, si la exanguinotransfusión se realiza con sangre vieja (por eso se debe hacer con sangre de no más de dos días) y/o porque el niño tuviera de antemano un potasio elevado.
También otras como hipoglucemia reactiva por la acción de la insulina para contrarrestar la hiperglucemia causada por el uso de sangre con dextrosa y citrato ácido (ACD), que aportan una alta carga de glucosa. Los efectos hipoglucémicos de la respuesta de insulina así lograda se hacen evidentes en el período inmediatamente posterior al intercambio. Se sugiere que los episodios de apnea y/o convulsiones en las horas iniciales posteriores a intercambios de ACD, que por lo demás no presentaban complicaciones, pueden deberse a esta hipoglucemia reactiva, un evento exagerado en los bebés que ya presentan hipoglucemia.
Asimismo, puede producirse hipomagnasemia por utilizar sangre almacenada, por el efecto de dilución o por el lavado de sangre, que puede eliminar magnesio adicional.
La acidosis metabólica también puede ser un efecto secundario de la ET, como consecuencia de la liberación de ácido láctico, ya que, en los neonatos, en el momento de la exanguinotransfusión, las células en el cuerpo pueden estar en un estado de hipoperfusión o isquemia, incrementando el ácido láctico, un subproducto del metabolismo anaerobio. También como resultado de la disminución de la capacidad de amortiguación por descenso del bicarbonato por la exanguinotransfusión. El citrato empleado como anticoagulante se metaboliza en el hígado en bicarbonato, sin embargo, en pacientes como los neonatos con un hígado inmaduro, el metabolismo del citrato puede verse comprometido, lo que agrava la tendencia hacia la acidosis.
- Hemólisis causante de hemoglobinemia, hemoglobinuria e hiperpotasemia, que se evita controlando la temperatura de la sangre transfundida.
- Anemia, debido a bolsa con hematocrito bajo, por no haber movido la bolsa y hacer los últimos bolos con plasma únicamente y/o por haber extraído sangre sin reponerla adecuadamente.
- Aparición de arritmias, que se relacionan con catéteres localizados en la aurícula derecha y/o con los intercambios realizados con excesiva rapidez o gran volumen.
- La enfermedad injerto contra huésped, más frecuente en fetos que han recibido transfusiones de concentrado de hematies intraútero, que puede minimizarse con el uso de sangre radiada con un mínimo de 1.500 rads, pudiendo llegar a 3.200 rads.
- Reacciones transfusionales no hemolíticas, causadas por una respuesta alérgica inespecífica frente a antigenos proteicos o fragmentos leucocitarios y que se previenen con hemoderivados sometidos a leucodepleción. También se evita con la leucodepleción la infección por sangre del donante por posibles virus de hepatitis, citomegalovirus y VIH (2, 4, 6, 7).
Además de las anteriores, se exponen a continuación otras complicaciones de la exanguinotransfusión: (2)
Tabla 2. Complicaciones de la exanguinotransfusión
FOTOTERAPIA
Me gustaría hablar brevemente de la fototerapia, un tratamiento ampliamente utilizado para tratar a los neonatos con hiperbilirrubinemia; ya que transforma la bilirrubina que está presente en los capilares y en el espacio intersticial, mediante la exposición del bebé a luz blanca o azul, en una forma más soluble que se elimina fácilmente.
Es un tratamiento seguro y eficaz que se realiza colocando al bebé en una incubadora, protegiendo sus ojos de la luz.
Modo de actuación:
La bilirrubina no conjugada o indirecta absorbe la luz y se convierte en productos polarizados hidrosolubles que se excretan por las heces y la orina, sin necesidad de su conjugación en el hígado. Se producen tres tipos de reacciones fotoquímicas:
- Isomerización estructural: es la conversión de la bilirrubina en lumirrubina, que se excreta por la bilis y la orina. Se considera el mecanismo más importante de eliminación de la bilirrubina mediante la fototerapia.
- Fotoisomerización: el isómero de la bilirrubina no conjugada se transforma en un isómero polar menos tóxico, que se difunde hasta la sangre y se excreta por la bilis sin conjugación.
- Fotooxidación: trasforma la bilirrubina en pequeños productos polares que se excretan por la orina.
La administración de la fototerapia depende de las cifras de bilirrubina, pero también de la edad gestacional, de la edad de vida y de la existencia de factores de riesgo: enfermedad hemolítica isoinmune, deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa, letargo, asfixia, temperatura inestable, sepsis, acidosis e hipoalbuminemia (8,9).
FOTOTERAPIA VS. EXANGUINOTRANSFUSIÓN
En el tratamiento de la hiperbilirrubinemia neonatal, principal indicación tanto para la exanguinotransfusión neonatal como de la fototerapia, ambas surgen como enfoques terapéuticos esenciales, cada uno con sus propias características y desafíos.
La fototerapia, por su carácter no invasivo y seguridad demostrada, se establece como el método convencional y preferido para abordar la ictericia no conjugada severa en recién nacidos. Su eficacia se ve maximizada con el uso de longitudes de onda específicas y cuidados especializados de enfermería.
La exanguinotransfusión se presenta como una alternativa crucial en casos de hiperbilirrubinemia grave refractaria a la fototerapia. Aunque efectiva en reducir rápidamente los niveles de bilirrubina, su utilización ha disminuido debido a su mayor complejidad y la asociación con complicaciones más significativas. La elección entre estas opciones terapéuticas requiere una evaluación cuidadosa de la condición clínica del neonato, sopesando los riesgos y beneficios asociados con cada procedimiento.
En términos de complicaciones, la fototerapia se presenta como una opción más segura y con menores riesgos en comparación con la exanguinotransfusión. Aunque esta última puede llevar a eventos adversos graves, su aplicación se reserva para situaciones críticas donde la fototerapia no logra controlar de manera efectiva los niveles de bilirrubina.
La disminución en el uso de la exanguinotransfusión en la actualidad refleja la preferencia por modalidades terapéuticas menos invasivas y con menores tasas de complicaciones, como la fototerapia. Sin embargo, la indicación de cada procedimiento debe basarse en una evaluación cuidadosa de la condición del neonato y la respuesta al tratamiento.
En conclusión, la elección entre la fototerapia y la exanguinotransfusión en el tratamiento de la hiperbilirrubinemia neonatal es un proceso delicado que implica la consideración de múltiples factores. La fototerapia destaca por su seguridad y eficacia, siendo la opción preferida en la mayoría de los casos. La exanguinotransfusión, aunque efectiva, se reserva para situaciones críticas y requiere una evaluación minuciosa de sus riesgos y beneficios. En última instancia, la toma de decisiones debe basarse en el bienestar y la respuesta clínica del neonato, asegurando un abordaje integral y personalizado en cada situación (10).
BIBLIOGRAFÍA
(1) Valera, I. T., Perea, C. H., Cabañas, J. M. G., Quiles, M. J. P., González, M. D. R., Benítez, M. V. R., Marcos, R. Á., Muñoz, M. D. H., & Martinez, M. Z. (s. f.). Exanguinotransfusión. Experiencia de un hospital de tercer nivel. Acta Pediatr Esp.
(2) Guzmán, J. M., Tofé, I., & Gómez, E. (2009). Exanguinotransfusión. Anales de Pediatría Continuada, 7(5), 297-302. https://doi.org/10.1016/S1696-2818(09)72583-1
Recuperado de https://www.intramed.net/content/94550
(4) Alcover, M., & Bargay, J. (s. f.).
(5) Exanguinotransfusión en el recién nacido. Diccionario médico. Clínica Universidad de Navarra. (s. f.). Recuperado de https://www.cun.es/diccionario-medico/terminos/exanguinotransfusion-recien-nacido
(6) Exanguinotransfusión | Anales de Pediatría Continuada. (s. f.). Recuperado de https://www.elsevier.es/es-revista-anales-pediatria-continuada-51-articulo-exanguinotransfusion-S1696281814701829
(7) Metabolic effects of exchange transfusion. II. Delayed hypoglycemia following exchange transfusion with citrated blood. (1971). The Journal of Pediatrics, 79(4), 589- 593. https://doi.org/10.1016/S0022-3476(71)80304-9
(8) Sánchez González, C., Ossorio Martinez, R. M., Molina Masso, D., & Martinez Jarabo, C. (2022). Protocolo fototerapia en el neonato (Ed. 1, Versión 01). Unidad de Neonatología y UCI Neonatal, GAI Albacete.
(9) Chema. (2024, febrero 14). Ictericia Neonatal y Fototerapia. Un Café con tu Matrona. https://www.uncafecontumatrona.es/blog/ictericia-neonatal-y-fototerapia/
(10) Mena-Toapanta, A. L., & Cusme-Torres, N. A. (2024). Fototerapia y exanguinotransfusión como tratamiento en neonatos con hiperbilirrubinemia. Revisión sistemática. Reincisol, 3(5), 793-813.
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