Autora : María López-Picazo García
4º Curso Medicina grupo A (curso 2019/2020)
Código de trabajo : 1906-MLG
Introducción
En 1964 se
describió por primera vez el síndrome de Shwachman-Diamond-Oski (SSDO) que se
caracteriza por tres pilares básicos que son: la insuficiencia pancreática
exocrina, disfunción de la médula ósea que se manifiesta como neutropenia y
alteraciones en el crecimiento y esqueléticas que llevan a que los pacientes
afectados presenten una baja talla. También se ha asociado a una mayor
predisposición para el desarrollo de ciertos tipos de leucemia. Se trata de una
enfermedad rara, ya que afecta únicamente a 1 de cada 100.000 nacimientos (1), de herencia autosómica recesiva; la afectación masculina es más
habitual que la femenina con una relación de 1,7:1. Esta entidad constituye la
segunda causa más frecuente de insuficiencia pancreática exocrina congénita en
la infancia, siendo la primera causa la fibrosis quística.
Etiopatogenia
Se trata de
una enfermedad congénita de herencia autosómica recesiva, en 2003 se describió
la asociación de esta enfermedad con mutaciones en el gen SBDS (nombrado a
expensas de esta enfermedad) que se localiza en el cromosoma 7 en hasta un 75%
de los casos estudiados en el momento de su descubrimiento, en la actualidad
hasta un 90% de los casos de SSDO muestran mutaciones bialélicas en este gen (2). Se sabe que el gen SBDS da la información para la síntesis de
una proteína necesaria para la formación de los ribosomas, también se ha
relacionado con la división celular, movimiento y protección celular, así como
en la síntesis del ARN; no obstante esto último aún necesita de investigación
para aclarar su papel concreto.
En el caso que
nos ocupa, en los pacientes con SSDO se han detectado más de 80 mutaciones
distintas del gen, la mayoría de ellas fruto de la conversión genética que se
produce entre el gen SBDS y un pseudogen que se encuentra cerca de él en el
cromosoma y el cual es muy similar. Hay una gran variedad de mutaciones, pero
hay dos que son las más comunes. Ambas impiden la formación de la proteína SBDS
funcionante, ya sea impidiendo su formación o provocando la producción de una
proteína defectuosa: la primera mediante el cambio de un nucleótido en la
cadena y la segunda introduciendo una señal de stop prematura. No obstante los
investigadores aún no tienen claro el mecanismo que hace que la falta de esta
proteína provoque la sintomatología y los hallazgos del síndrome de Shwachman-Diamond-Oski.
(3).
Clínica
El Síndrome de
Shwachman-Diamond-Oski, como ya adelantábamos antes, se caracteriza por una
disfunción a nivel pancreático, medular y del crecimiento, que se puede
acompañar de otra sintomatología menos específica que veremos a continuación. Aunque
se ha descrito gran variabilidad en cuanto a la sintomatología del síndrome, en
la mayoría de casos las primeras manifestaciones clínicas aparecen en el primer
año de vida.
La disfunción
pancreática se debe a una malformación de los acinos pancreáticos que se
sustituyen por grasa, de esta manera hay una deficiencia de excreción. En
ciertos casos y con variabilidad en cuanto a su gravedad aparecen malabsorción
de nutrientes y esteatorrea. En
ciertos casos se han demostrado ciertos cambios histológicos en la mucosa
intestinal, identificando inflamación duodenal en más del 50% de los casos (4), por esto también se
considera que podría haber un componente enteropático en la enfermedad que
afectaría a la absorción de las vitaminas a nivel intestinal, contribuyendo así
a un cuadro de malnutrición que no mejora con la terapia sustitutiva con
encimas pancreáticas. Muchas veces
esto se presenta clínicamente como deposiciones líquidas y fétidas. La clínica
pancreática se resuelve con la edad hasta en un 40-60% de los casos por el
aumento de la liberación de lipasa con la edad (5).
La disfunción a nivel hematológico es la principal causa de muerte en este
síndrome. En la médula ósea se han observado anormalidades tanto en las células
progenitoras como en el microambiente estromal, en comparación con muestras de
pacientes sanos, así como stop madurativo en la estirpe mieloide (6), hipoplasia con fibrosis y grasa aumentada; el
mecanismo por el que esta diferencia pueda provocar las deficiencias que se
describen a continuación continúan siendo investigadas.
Alrededor del 100% de los
casos cursan con una neutropenia intermitente y afectación de la quimiotáxis de
los neutrófilos, es por ello que tanto si hay escaso número como si el número
de los mismos es normal, los pacientes tienen una grave predisposición a sufrir
infecciones que se pueden localizar a cualquier nivel desde infecciones de las
vías aéreas y gastrointestinales hasta infecciones tisulares. Por ello debemos
tener esta entidad en mente en el caso de encontrarnos con un paciente pediátrico
con infecciones de repetición aún con un número normal de neutrófilos. A pesar
de la afectación de la quimiotáxis neutrofílica los pacientes pueden
desarrollar empiemas y abscesos, lo que la distingue de afectaciones de
diferente etiología. Más del 50% de los pacientes presentan anemia y hasta un
20% trombocitopenia que suelen ser
asintomáticas, en un pequeño grupo de pacientes se describió pancitopenia que
se asociaba con aplasia medular. También se observa
un incremento de la hemoglobina fetal de hasta un 80%. Algunos pacientes con
SSDO pueden desarrollar síndrome mielodisplásico que puede precipitar el
desarrollo de una leucemia mieloide aguda, aunque el riesgo de ello es muy
bajo.
La
baja talla se ha relacionado con un fallo en el propio proceso de crecimiento
que no se explica con la malnutrición provocada por la afectación pancreática exocrina,
aunque si puede actuar sinérgicamente, pudiendo mejorar con terapia sustitutiva
de enzimas pancreáticas. Alrededor del 60% de los pacientes con SSDO presentan
retraso en el crecimiento, y la mayoría de ellos se encuentra por debajo del
percentil 3 de peso y talla.
La afectación ósea está presente en prácticamente el 100%
de los casos. En ellos se objetiva un
retraso en la osicificación secundaria, osteopenia generalizada, tubulación
anormal de los huesos largos… Pero principalmente aparece condrodisplasia
metafisaria de huesos largos y costillas cortas con engrosamiento costocondral,
que produce un estrechamiento de la caja torácica.
En la tabla I se recoge otra clínica descrita, que
aparece acompañando a la previamente descrita que formaría los pilares básicos
de esta entidad y la que nos permitirá hacer un diagnóstico. No obstante
debemos tener en cuenta la posibilidad de que aparezca esta clínica para poder
realizar un correcto despistaje
diagnostico.
Tabla I. Otros síntomas asociados al SSDO. Fuente : Macipe Costa R, Javierre Miranda E, Lou Francés M, Heredia González S, Calvo Martín M. Síndrome de Shwachman-Diamond. An Pediatr (Barc). 1 de julio de 2006;65(1):79-82.
Diagnóstico
Los
criterios diagnósticos del Síndrome de Shwachman-Diamond-Oski exigen establecer
al menos la afectación a nivel pancreático y hematológico. Para objetivar la
pancreática deben presentar al menos uno de los siguientes: 1) balance grasofecal anormal sin afectación
de la mucosa intestinal subyacente; 2) valores bajos de enzimas pancreáticas en
medición directa (amilasa); 3) baja concentración de tripsinógeno
inmunoreactivo. En cuanto a la hematológica se debe demostrar al menos uno de
los siguientes: 1) neutropenia con un valor <1.500 μL, persistente, cíclica
o intermitente; 2) Anemia con macrocitosis frecuente; 3) trombocitopenia
<150.000 μL; 4) pancitopenia; 5) síndrome mielodisplásico (7). También nos servirá de ayudar objetivar el defecto de
crecimiento y las malformaciones óseas.
En la ecografía se puede
apreciar cierto aumento de la ecogenicidad pancreática y en la TC y resonancia
magnética un páncreas pequeño y graso. Como ya describimos la gran variabilidad
clínica permite que la aparición de numerosos y diversos rasgos apoyen el
diagnóstico; por ejemplo hematuria microscópica, ictiosis, anormalidades
dentarias, fibrosis miocárdica… Debemos resaltar que en la mayoría de estos
pacientes también aparece hipertransaminemia prolongada. También se podría
realizar un panel genético en busca de mutaciones en el gen SBDS, aunque se trata de una técnica cara y lenta por la que se
optaría como parte de una consulta de consejo genético o en el caso de un
diagnóstico muy difícil, para confirmarlo. (8)
En cuanto al diagnóstico diferencial solo remarcaremos la
importancia de identificar si se trata de una fibrosis quística, ya que como
señalábamos al principio, es la primera causa de disfunción pancreática
exocrina congénita que aparece en la infancia, por ello es imperativo descartar
esta entidad lo más pronto posible.
Tratamiento
Cada
una de las afectaciones centrales que hemos descrito: afectación pancreática,
hematológica, del crecimiento y ósea; son independientes entre si, es decir que
por ejemplo la baja talla no es consecuencia de la malnutrición ocasionada por
la alteración de la secreción pancreática. Por ello parece lógico que en el
momento de establecer un tratamiento debamos hacernos cargo de cada uno de
estos pilares que definen el síndrome de Shwachman-Diamon-Oski por separado.
En primer
lugar la afectación pancreática se trata con la administración de suplementos
de enzimas pancreáticas y de vitaminas liposolubles; medida que puede mejorar
la clínica de baja talla, permitiendo un correcto crecimiento, aunque estos
pacientes seguirán presentando una altura y peso de percentiles bajos.
Para paliar
las afectaciones hematológicas se pueden realizar transfusiones de elementos
hematopoyéticos cuando sea necesario, y eritropoyetina en casos de anemia.
Cuando aparece la neutrofilia se puede usar factor estimulante de colonias de
granulocitos (G-CSF). El único tratamiento curativo de la afectación medular es
el transplante de médula ósea, recomendado únicamente para pacientes con
aplasia medular, síndrome mieloproliferativo y LMA asociadas (9). Algunos estudios demuestran que la tiamina puede tener cierto
efecto corrector en el defecto de quimiotaxis de los neutrófilos. (10)
En cuanto a la
afectación del crecimiento se han probado terapias con hormona del crecimiento
pero los resultados no han mostrado mejorías. En cuanto a las afectaciones óseas,
se recomienda el seguimiento por un especialista ortopédico, en los casos en
los que esta afectación provoque síntomas.
Es muy
importante la profilaxis de infecciones en estos pacientes ya que son
especialmente vulnerables a ellas debido a la neutropenia con la que cursa la
enfermedad. Por ello en ciertos casos deberemos administrar terapia antibiótica
profiláctica y en el caso de desarrollo de la infección una terapia agresiva y
precoz que permita eliminar la infección lo antes posible, También se puede
administrar G-CSF, para prevenir la aparición de esa neutropenia intermitente y
por tanto prevenir la situación de vulnerabilidad.
En
cualquier caso y al tratarse de una enfermedad congénita y crónica, ninguno de
estos tratamientos conseguirán una curación completa, sino que lo que se busca
es la paliación de los síntomas para mejorar la calidad de vida de los
pacientes. También debemos ofrecer el consejo genético tanto a los pacientes
como a familiares de primer grado.
Bibliografía
1. Salazar RF, González R de LH, Mondragón FZ, Bustamante RC, Rivera NM, Barrios EM, et al. Síndrome de Shwachman-Diamond Reporte de dos casos. Rev Enfer Infec Pediatr. 2008;21.22(86):60-5. 2. Furutani E, Shah AS, Zhao Y, Andorsky D, Dedeoglu F, Geddis A, et al. Inflammatory manifestations in patients with Shwachman-Diamond syndrome: A novel phenotype. Am J Med Genet A. 15 de abril de 2020.
3. Reference GH. SBDS gene [Internet]. Genetics Home Reference. [citado 30 de abril de 2020]. Disponible en: https://ghr.nlm.nih.gov/gene/SBDS
4. Nelson A, Myers K. Shwachman-Diamond Syndrome. En: Adam MP, Ardinger HH, Pagon RA, Wallace SE, Bean LJ, Stephens K, et al., editores. GeneReviews® [Internet]. Seattle (WA): University of Washington, Seattle; 1993 [citado 30 de abril de 2020]. Disponible en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK1756/
5. Macipe Costa R, Javierre Miranda E, Lou Francés M, Heredia González S, Calvo Martín M. Síndrome de Shwachman-Diamond. An Pediatr (Barc). 1 de julio de 2006;65(1):79-82.
6. Higashi O, Hayashi T, Ohara K, Honda Y, Doi S. Pancreatic insufficiency with bone marrow dysfunction (Shwachman-Diamond-Oski-Khaw’s syndrome). Report of a case. Tohoku J Exp Med. mayo de 1967;92(1):1-12.
7. Revert Lázaro F, Pérez Monjardín E, Pereda Pérez A. Hipertransaminasemia como manifestación del síndrome de Shwachman-Diamond. Anales de Pediatría. 1 de mayo de 2006;64(5):481-4.
8. Dra. Lucrecia Yáñez San Segundo. Guía para el diagnóstico y tratamiento de las insuficiencias medulares [Internet]. GETH (SEHH y SEHOP). Madrid; 2019. 66 p. Disponible en: https://www.sehh.es/images/stories/recursos/2019/03/20/Guia_GETH_Diagnostico_Tratamiento_Insuficiencias_Medulares_vFINAL_OK_con_bandera.pdf
9. Núñez Quintana A, Nordet Carrera I, Menéndez Veitía A, González Otero A. Neutropenias congénitas. Revista Cubana de Hematología, Inmunología y Hemoterapia. abril de 2004;20(1):0-0.
10. Szüts P, Katona Z, Ilyés M, Szabó I, Csató M. Correction of defective chemotaxis with thiamine in Shwachman-Diamond syndrome. Lancet. 12 de mayo de 1984;1(8385):1072-3.
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