sábado, 25 de diciembre de 2021

Drepanocitosis

Autor : Claudio Peñalver Sánchez

4º Curso Medicina grupo A (Curso 2021-2022)

Código de trabajo : 2104-CPS




Introducción


La hemoglobina (Hb) es una proteína formada por cuatro cadenas peptídicas cada una de ellas con un grupo hemo como grupo prostético. El grupo hemo es una protoporfirina con un átomo de Fe en su centro.

Existen distintas combinaciones de cadenas peptídicas capaces de formar hemoglobina siendo las más importantes:

· HbA: formada por dos cadenas alfa y dos betas (α2β2), y que supone el 97% de la Hb total en el adulto

· HbA2: formada por dos cadenas alfa y dos delta (αδ), y que supone aproximadamente un 2,5% de la Hb total en el adulto.

· HbF: también llamada hemoglobina fetal es la mayoritaria en la hematopoyesis intrauterina, está formada por dos cadenas alfa y dos cadenas gamma (αγ), y en adulto supone menos del 1% de la hemoglobina total.

Cada una de las cadenas de hemoglobina se sintetiza en su propio gen. La cadena alfa se sintetiza en el brazo corto del cromosoma 16, conteniendo dos copias en cada cromosoma, mientras que los genes de las cadenas beta, gamma y delta se localizan en el brazo corto del cromosoma 11, existiendo una única copia de cada uno por cromosoma. (1)

Otro concepto previo a tener en cuenta sería el de hemoglobinopatía, que de acuerdo con el Manual de Hematología Clínica (2) se define como defecto hereditario de la Hb por mutaciones en los genes de las globinas. Existen varios tipos según se deban a un déficit cuantitativo de la síntesis de una de las cadenas o estructural por cambio en la secuencia de aminoácidos.


Etiopatogenia


La drepanocitosis es una hemoglobinopatía estructural que se produce por una mutación puntual consistente en el cambio de una base nitrogenada (timina en lugar de adenina) que implica un cambio en el sexto aminoácido de la cadena β de hemoglobina, cambiando un ácido glutámico por una valina). Este cambio de aminoácido repercute en que se pierde una carga negativa (presente en el ácido glutámico) lo que altera la conformación tridimensional de la cadena β.

La hemoglobina resultado de esta mutación recibe el nombre de Hemoglobina S (Hb S), y se caracteriza porque en estados con baja presión de oxígeno tiene la capacidad de polimerizar formando filamentos de hemoglobina que deforman el eritrocito confiriéndole la “forma de hoz” característica de los hematíes de la enfermedad. Dichos hematíes deformados reciben el nombre de drepanocitos (fig 1). Otros factores como el frío, bajos niveles de pH, deshidratación e infecciones también pueden favorecer la precipitación de la HbS. (3)(4)




Figura 1: Frotis de sangre periférica con presencia de drepanocitos (imagen obtenida del Atlas del Grupo Español de Citología Hematológica)


La mutación se transmite de forma autosómica dominante (como en todas las hemoglobinopatías en general), pero en el caso de los heterocigotos únicamente heredan el rasgo drepanocítico, de tal forma que en general son portadores asintomáticos que únicamente presentarán cierto grado anemia leve y solo desarrollarían síntomas en situaciones de anoxia. Los pacientes afectados por tanto, serán los homocigotos (o los dobles heterocigotos, en caso de que el gen no afecto por la mutación anteriormente descrita sea anormal por otra hemoglobinopatía) los cuales desarrollarán la anemia drepanocítica como tal.


Epidemiología


Merece la pena comentar la distribución epidemiológica de la anemia de células falciformes, cuya prevalencia es mayor en el África Subsahariana, donde la mutación genética está presente en aproximadamente un 40% de la población. También existe un porcentaje significativo en algunos núcleos Mediterráneos como Grecia, Turquía, Italia y Norte de África. En América es más frecuente encontrar la mutación en descendientes de emigrantes africanos (población afro-americana) dada la mayor prevalencia que existente en ente grupo poblacional. Actualmente la India también es un foco epidemiológico a tener en cuenta.

El mapa de distribución coincide con el de la incidencia de malaria, ya que al igual que ocurre con otras hemoglobinopatías como las talasemias, el ser heterocigoto para la drepanocitosis constituye un factor protector frente a la infección por Plasmodium falciparum. (3)(5)


Fisiopatología


La deformación del hematíe le hace perder su forma redonda y bicóncava, esto provoca que tengan mayor capacidad de adherencia y que pierdan su capacidad de deformarse. También es típico el aumento en la viscosidad de la sangre por interacciones anómalas entre los eritrocitos y el resto de componentes sanguíneos así como el endotelio vascular. Este aumento de adherencia se cree que es provocado por una pérdida de la asimetría de la membrana del eritrocito, aumentándose la exposición de fosfatidilserina en la superficie. (5)

Todo ello contribuye a favorecer la agrupación de los drepanocitos entre sí y su adherencia al endotelio vascular provocando vaso-oclusión (fig 2). Es por ello que la principal clínica derivada de la enfermedad será resultado de crisis vasooclusivas, con el consiguiente daño orgánico que provoque.



Figura 2: Explicación de las crisis vasooclusivas de células falciformes (Creason C. Stedman´s Medical Terminology. 2nd ed. Baltimore. Wolters Kluwer Health. 2011


Algunos autores también sugieren que también existe una predisposición a la hemólisis intravascular traumática, con liberación de Hb al torrente sanguíneo, que se podría relacionar con una inhibición del NO y con ello un descenso de la vasodilatación, aumentando con ello el riesgo de complicaciones.

Otro aspecto relevante en la fisiopatología es el papel de la proteína banda 3 eritrocitaria. La banda 3 es una familia de intercambiadores aniónicos presentes en la membrana de todas las células. En el eritrocito estas proteínas se agregan en la superficie del eritrocito como resultado de la oxidación desnaturalización de la Hb eritrocitaria, cuando esto sucede se genera un oligómero de esta proteína que es reconocido por anticuerpos naturales de tipo IgM que mediante la acción del complemento permiten la hemolisis extravascular por macrófagos esplénicos. Este es el proceso fisiológico que sufren los eritrocitos senescentes, pero también se ha documentado una mayor actividad de este mecanismo en pacientes de varias hemoglobinopatías, y más concretamente de la drepanocitosis. Este fenómeno estaría involucrado en dos procesos claves de la fisiopatología de esta enfermedad como son la hemólisis temprana de los drepanocitos y las crisis vasooclusivas. Sobre todo es relevante el segundo supuesto y es que varios estudios (5)(6) relacionan un descenso de los niveles séricos de anticuerpos (Ac) contra la proteínas de banda 3 eritrocitaria por consumo de los mismos. Las hipótesis actuales sugieren que la adhesión de estos Ac podrían ser un mecanismo que favorezca la no adhesión de los drepanocitos y por tanto parte de la solución a las crisis oclusivas típicas de la enfermedad. Asimismo también se abriría una ventana al posible desarrollo de estrategias terapéuticas basadas en este mecanismo. (6)


Clínica


Al nacimiento los pacientes son asintomáticos por la persistencia de la Hb fetal, apareciendo las primeras manifestaciones de la enfermedad entre los 4 y 6 meses de vida. El cuadro clínico viene determinado por una hemólisis crónica con agudización en procesos con aumento del estrés oxidativo, y por el aumento de la adhesión eritrocitaria, que puede producir la oclusión de vasos dando una clínica muy variada según el órgano afecto, y siendo la principal causa de las complicaciones de la enfermedad.

Las complicaciones más frecuentes son las siguientes:
 

· Crisis vaso-oclusivas:


Son fenómenos de oclusión circulatoria desencadenados en su mayoría por la presencia de factores que aumenten la proporción de drepanocitos en sangre (situaciones que produzcan un aumento del estrés oxidativo) y con ello la probabilidad de adhesión eritrocitaria y posterior isquemia circulatoria. Dichas crisis pueden afectar a cualquier vaso sanguíneo, produciendo diferente clínica según el órgano afecto. Lo más común son las crisis de dolor vaso-oclusivas óseas que cursan con dolor intenso por infartos óseos, y cuyo manejo normalmente requiere de un equipo multidisciplinar y analgesia con opioides por su intensidad. No es despreciable tampoco el porcentaje de pacientes que sufren episodios isquémicos cerebrales por este motivo, llegando al 11% de prevalencia en homocigotos menores de 11 años. (3)(8)


· Fallo esplénico:


Se produce una esplenomegalia desde edades tempranas cuya evolución natural es un proceso denominado “auto-esplenectomía” en el que el bazo va sufriendo fibrosis progresiva. Existe una variante de evolución aguda del fallo esplénico llamada secuestro esplénico agudo que se caracteriza por una esplenomegalia aguda con bicitopenia y colapso circulatorio por secuestro esplénico. El tratamiento se basa en la realización de transfusiones y el uso de expansores de volumen. Si este suceso es de repetición la esplenectomía es de elección. (3)


· Infecciones de repetición:


Son la principal causa de morbi-mortalidad en estos pacientes, y generalmente se debe al fallo esplénico que suelen presentar. Otro factor predisponente es la posible presencia de zonas isquémicas intestinal por vaso-oclusión, estableciendo “puertas de entrada” para organismos colonizadores.


· Síndrome del tórax (síndrome torácico) agudo:


Se define como la presencia de un infiltrado alveolar no atelectásico que comprometa, al menos, un segmento del pulmón junto con presencia de fiebre mayor de 38,5 ºC, taquipnea, tos o sibilancias. Se estima que el 50% de los homocigotos tendrán al menos un episodio a lo largo de su vida. La propensión a este síndrome en pacientes de drepanocitosis es explicado por una triada de procesos fisiopatológicos que se retroalimentan entre sí. En primer lugar tendría su papel la mayor propensión a sufrir infecciones por parte de estos pacientes, y que es también aplicable a las infecciones de origen respiratorio. La presencia de infecciones localizadas en el pulmón provoca a su vez una zona hipoventilada que favorece la polimerización de Hb y con ello la generación de drepanocitos con tendencia a la adhesión y posiblemente de crisis vaso-oclusivas. Dichos fenómenos vaso-oclusivos se podrían producir en la zona infartada aumentando la hipoperfusión de la misma. A su vez existe una teoría según la cual afectarían también a la microcirculación ósea pudiéndose liberar émbolos que viajen por el sistema venoso hasta la circulación pulmonar embolizando nuevo territorio pulmonar. Esta complicación supone la segunda causa de ingreso más habitual. El tratamiento de elección en estos pacientes es antibioterapia de amplio espectro asociado a un macrólido. (8)(9)(10)


Tratamiento


En la actualidad el único tratamiento curativo de la enfermedad es el trasplante alogénico de progenitores hematopoyéticos con un donante HLA idéntico, el cual queda reducido como tratamiento de elección en jóvenes de entre 12-16 años con drepanocitosis severa. Esta intervención ha demostrado una supervivencia entre el 85-90% según el estudio seleccionado. A pesar de los buenos datos en ese sentido, hay que destacar la dificultad para obtener un donante haploidéntico, ya que solo está disponible en aproximadamente un 20% de los casos (3). Es por ello que se ha llegado a probar el uso de progenitores del cordón umbilical (se considera que sus células son menos inmunorreactivas), y a pesar de que los resultados eran algo mejores en los pacientes trasplantados con progenitores hematopoyéticos de médula ósea de donante haploidéntico, los resultados fueron bastante buenos, con una supervivencia a dos años de todos los participantes en el estudio (44 pacientes de talasemia y anemia drepanocítica). (11)(12)

La terapia con trasfusión de hematíes también están indicadas en estos pacientes, y se pueden realizar de forma aguda o crónica. Las trasfusiones agudas quedan restringidas a crisis de la enfermedad como el secuestro esplénico mencionado anteriormente, o el síndrome del tórax agudo. Las trasfusiones crónicas en cambio se recomiendan en todos los pacientes homocigotos a fin de mantener los niveles de HbS por debajo del 30% y con ello disminuir el riesgo de crisis oclusivas. Se recomienda que los pacientes que reciban trasfusiones crónicas reciban a su vez tratamiento con quelantes del hierro a fin de evitar hemosiderosis.

También hay fármacos que han demostrado que pueden ser de utilidad para esta patología entre los que destacan los siguientes:

· Hidroxiurea: se ha visto que este fármaco citotóxico puede usarse para mantener los niveles de HbF más altos de lo habitual en adultos, algo que se relaciona con buen pronóstico en esta enfermedad ya que asocia menor número de complicaciones. Inhibe la síntesis de ADN, induciendo supresión medular lo que parece ser que favorece la producción de precursores que contienen HbF. Este tratamiento se debe hacer bajo un seguimiento estrecho por parte de un hematólogo.

· Ácido fólico: se utiliza sobre todo en el contexto de acentuación de la anemia hemolítica con eritropoyesis elevada, que se da en complicaciones como infecciones o en las crisis vaso-oclusivas.

Asimismo es relevante mencionar el importante papel que tiene la prevención en esta enfermedad, puesto que el mejor tratamiento posible de las complicaciones es que estas no se produzcan. En primer lugar han demostrado su eficacia los programas de tamizaje neonatal por cromatografía de alta resolución, que ayudan a un diagnóstico precoz y que redundan en un descenso de la morbimortalidad en comparación con los pacientes diagnosticados en etapas posteriores. Esto se debe de acompañar de un programa de educación a los padres para poder realizar una intervención clínica temprana en caso de complicaciones.

También está indicada la profilaxis antibiótica con penicilina oral desde los 3 meses hasta los 5 años para evitar las infecciones, disminuyendo la incidencia de varias patologías habituales desde su implantación en EEUU. Para evitar las infecciones otra medida clave a realizar es la vacunación temprana, especialmente la referente a patógenos encapsulados contra los que podrían tener un mayor riesgo de complicaciones respecto a la población general. (3)


Bibliografía


1. Peñuela OA. Hemoglobina: una molécula modelo para el investigador. Colombia Medica. 2005; 36. Available from: https://www.redalyc.org/pdf/283/28336313.pdf

2. Sanz MA, Carreras E. Manual práctico de hematología clínica. 6a. Antares; 2019.

3. Quintero M, Hernández AJ. Anemia de células falciformes. Revista Gastrohnup. 2012; 14 (2); S27-S35. Available from: https://bibliotecadigital.univalle.edu.co/handle/10893/5929

4. Rees D, Williams T, Lancet MG-T, 2010. Sickle-cell disease. Lancet. 2010; Available from: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S014067361061029X?c asa_token=FD0pgUnnVucAAAAA:tbJuT7eZz15BvbIZO2DRdoBxNINNMrKnttkq SlS3OJfta9fFrqkG7D7IMB2PCGnX1JflIss-

5. Vacca VM, Blank L. Drepanocitosis: situación actual y perspectivas. Nursing . 2017 Nov 1; 34 (6): 32–9. Available from: https://www.elsevier.es/es- revista-nursing-20-articulo-drepanocitosis-situacion-actual-perspectivas- S0212538217301814

6. Arce Hernández AA, Villaescusa Blanco R, Merlín Linares JC, Guerreiro Hernández AM. Estudio seriado de anticuerpos naturales antibanda 3 en enfermos con drepanocitosis. Revista Cubana hematología, inmunología y hemoterapia. 2016; 32. Available from: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864- 02892016000300008

7. Villaescusa Blanco R, Arce Hernández AA, Merlín Linares JC, Herrera Rolo T, Espinosa Martínez E. Anticuerpos naturales anti banda 3: Participan en el fenómeno de vasooclusión de la drepanocitosis. Revista Cubana hematología inmunología y hemoterapia. 2007; Available from: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864- 02892007000100005

8. González Sánchez M, Mayordomo Colunga J, Larrea Tamayo E, González Muñiz S, Sariego Jamardo A. Crisis vaso-oclusivas, una complicación frecuente de la drepanocitosis. Boletín de pediatría. 2010; 50. Available from: https://www.sccalp.org/documents/0000/1676/BolPediatr2010_50_281- 284.pdf

9. Gladwin MT, Vichinsky E. Pulmonary Complications of Sickle Cell Disease. New England Journal of Medicine. 2008 Nov 20; 359 (21): 2254–65. Available from: http://www.nejm.org/doi/abs/10.1056/NEJMra0804411

10. Miller AC, Gladwin MT. Pulmonary Complications of Sickle Cell Disease. American Journal of Respiratory Critical Care Medicine. 2012 Jun 1; 185 (11): 1154. Available from: /pmc/articles/PMC3373067/

11. Locatelli F, Rocha V, Reed W, Bernaudin F, Ertem M, Grafakos S, et al. Related umbilical cord blood transplantation in patients with thalassemia and sickle cell disease. Blood. 2003 Mar 15; 101 (6): 2137–43. Available from: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/12424197/

12. Oringanje C, Nemecek E, Oniyangi O. Hematopoietic stem cell transplantation for people with sickle cell disease. Cochrane Database Syst Rev. 2020 Jul 3; 2020 (7).


viernes, 17 de diciembre de 2021

Deficiencia de glucosa-6-fosfato-deshidrogenasa


Autora : Paula Villalba Narváez

4º Curso Medicina grupo A (curso 2021-2022)

Código de trabajo : 2103-PVN


Introducción


La glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G6PD) es una enzima citoplasmática presente en todas las células variando su concentración en función del tejido (4) que cataliza la primera reacción en la vía de las pentosas fosfato, proporcionando poder reductor a todas las células en forma de NADPH, el cual permite contrarrestar el estrés oxidativo desencadenado por los agentes oxidantes. Dado que los glóbulos rojos no contienen mitocondrias, la vía de las pentosas fosfato es su única fuente de NADPH; y por tanto, la defensa contra el daño oxidativo depende de G6PD (1).



Figura 1: Vía de las pentosas fosfato

Etiología


El gen G6PD se encuentra en la región telomérica del brazo largo del cromosoma X, por ello su herencia es ligada al cromosoma X con una incidencia de la patología mayor en varones.

Todas las mutaciones del gen G6PD que dan como resultado una deficiencia enzimática afectan la secuencia codificante del gen. Se conocen unas 140 mutaciones, la mayoría de las cuales son sustituciones de una sola base que conducen a reemplazos de aminoácidos.

La deficiencia de G6PDH es la enzimopatía más frecuente en seres humanos (1), con más de 400 millones de personas afectas a nivel mundial (2).

Cabe destacar la predominancia geográfica de dicha alteración genética en las zonas de mayor incidencia de malaria. Debido a ello se postuló y estudió si la deficiencia de G6PDH podría ejercer un efecto protector contra el parásito de la malaria.




Figura 2. Mapa de la distribución mundial de la deficiencia G6PDH. Fuente: WHO working group Glucose-6-phosphate dehydrogenase deficiency Bull World Health Organ, 67 (1989)


Finalmente salieron a la luz estudios que demostraban un crecimiento deficiente de los parásitos de Plasmodium falciparum en eritrocitos deficientes en G6PD dando lugar a una reducción significativa en el riesgo de paludismo grave. (2)


Clases de deficiencia de G6PD


En función de la actividad enzimática y las manifestaciones clínicas la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica la enfermedad en cinco clases distintas:

- Clase I: su prevalencia es poco frecuente y normalmente el nivel de deficiencia es grave que se manifiestan como anemia hemolítica no esferocítica, o anemia crónica en presencia de función eritrocítica normal.

- Clase II: más prevalente en el Mediterráneo y Asia. Aquí el nivel de deficiencia también es grave y la actividad enzimática es menor del 10% de lo normal.

- Clase III: presente en el 10% de los varones negros de Estados Unidos. Incluye variantes con nivel de deficiencia moderado y una actividad enzimática del 10 al 60% de lo normal.

- Clase IV: es una variante rara donde la deficiencia enzimática suele ser leve o ninguna, y el nivel de actividad enzimática del 60 al 150% del normal.

- Clase V: no hay deficiencia enzimática, también es rara en cuanto a prevalencia y la actividad enzimática es mayor al 150% de lo normal.

Debido a la gran heterogeneidad genética, la forma de presentación clínica también es bastante variable. La mayoría de los pacientes con este déficit suelen estar asintomáticos. No obstante, también existen formas clínicas sintomáticas de la enfermedad entre las cuales cabe destacar:

- Anemia hemolítica aguda (por fármacos o infecciones). Existe una larga lista de fármacos y agentes infecciosos que se han relacionado con cuadros de hemólisis aguda.

1) Inducida por fármacos: Actualmente se ha demostrado la estrecha relación entre el consumo de determinados fármacos, como los que se mencionan a continuación, y las crisis hemolíticas:

a. Medicamentos antipalúdicos

b. Ácido acetilsalicílico (AAS)

c. Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs)

d. Quinidina

e. Sulfamidas

f. Etc.

Los principales fármacos implicados se resumen en la siguiente tabla:




Figura 3. Fármacos asociados con crisis hemolíticas en personas con deficiencia de G6PD. Fuente: Tabla modificada. Cappellini MD y cols 2008 y Frank J 2005.


En este caso la hemólisis no es clínicamente detectable hasta las 24-72 horas de su consumo. El signo principal y característico es la coloración oscura de la orina por hemoglobinuria (debido a la hemólisis intravascular).

La anemia se agudiza hasta los 7-8 días de la administración, momento en el que la hemoglobina inicia la recuperación.


2) Inducida por infecciones. Los principales microorganismos desencadenantes son: los virus A y B de la hepatitis, citomegalovirus, neumonías, fiebre tifoidea y agentes como E. Coli, Salmonella y Streptococcus del grupo B. El mecanismo exacto de hemólisis por esta causa es desconocido, aunque una explicación podrían ser las reacciones derivadas de la actividad fagocitaria en el seno de la infección.

3) Otras presentaciones clínicas

- Favismo. Ya en la antigüedad se ahondó y pareció descifrar que el consumo de habas provocaba estos cuadros hemolíticos. Aunque la evidencia clínica no lo ha demostrado del todo, la mayoría de los autores coinciden en que la patogenia está determinada por la toxicidad que producen elementos del haba, como la vicina y la convicina, al ser hidrolizadas en el tubo digestivo y convertirse en alguno de los activos divicina e isouramilo, que son capaces de producir hemólisis de los glóbulos rojos.

- Anemia hemolítica congénita no esferocítica. Es una forma de hemólisis crónica, agrupada en el tipo I de la OMS. Son casos esporádicos. Se trata de una hemólisis típicamente extravascular, que se debe sospechar por una historia compatible (típicamente ictericia neonatal, anemia crónica regenerativa que se exacerba con estímulos oxidativos, colelitiasis, esplenomegalia), así como datos analíticos de destrucción corpuscular.

- Hiperbulirrubinemia neonatal. Es más típica y grave en recién nacidos pretérminos que en términos. Se suele presentar entre los días 1 y 4 de vida. El mecanismo de la hemólisis es mayormente desconocido. Se debe sospechar de esta deficiencia en el caso de ictericia en las primeras 24 horas de vida, con valores altos, o en casos de historia familiar previa al nacimiento.


De las variantes ya mencionadas las dos más frecuentes son:

- Clase II de la OMS (G6PH mediterránea): afecta fundamentalmente a poblaciones de origen griego, italiano, español, árabe, como el caso de nuestros pacientes, y judíos. Esta variante produce además hiperbilirrubinemia neonatal más grave y el favismo con mucha mayor frecuencia.

- Clase III de la OMS: afecta fundamentalmente a africanos y sus descendientes. Su sintomatología en general es poco grave debido a que solo un 20-30% de los eritrocitos deficientes sufren hemólisis. Se suele presentar con poca frecuencia como favismo.




 

Clase II (G6PDH

mediterránea)

      Clase III

      Población afecta

Griegos, italianos,

españoles…

      Africanos

Rasgos asociados


Hiperbilirrubinemia

neonatal y favismo

Se asocia con poca frecuencia al favismo

Gravedad


Mayor

      Menor



Figura 4. Tabla: diferencias principales entre la variante II y III (clasificación OMS)



Además de todas las complicaciones inherentes a la enfermedad, los pacientes con DG6PDH tienen mayor vulnerabilidad para la sepsis (1 y 4).


Clínica y diagnóstico


Como ya se ha mencionado más de una vez, las crisis hemolíticas van a tener un desencadenante. Cuando ocurra la exposición al mismo será el momento en el que tenga lugar la destrucción de hematíes y, por consiguiente, aparezcan los signos y síntomas. Los más típicos son: (3)

- Coloración oscura de la orina

- Hemoglobinuria en caso de hemólisis intravascular

- Fiebre

- Dolor abdominal

- Esplenomegalia y hepatomegalia

- Fatiga

- Palidez

- Taquicardia (aumento de la frecuencia cardíaca)

- Disnea (dificultad para respirar)

- Ictericia (coloración amarilla de la piel)


Ante todo paciente que acude con un cuadro de crisis hemolítica aguda habrá que realizarle las siguientes pruebas complementarias:

- Hemograma

- Reticulocitos: imprescindibles en cualquier estudio de anemia. Nos indican si la anemia es arregenerativa o regenerativa.

- Coombs directo: diagnostico diferencial entre anemias hemolíticas autoinmunes o no autoinmunes.

- Frotis en sangre periférica. Cuando es normal orienta hacia un defecto de membrana específico.

- Bioquímica de sangre. Se observará el cuadro típico de hemólisis:

· Elevación de la LDH (lactato deshidrogenasa), bilirrubina indirecta y haptoglobina.

· También puede coexistir afectación del perfil renal y hepático: Valora datos de insuficiencia renal por daño agudo de metabolitos de la hemoglobina y valores de las transaminasas hepáticas (GOT y GPT).

- Análisis de orina: para investigar el urobilinógeno y la hemoglobinuria.

- Si hay clínica infecciosa concomitante:

· Serologías infecciosas si existen datos compatibles: virus de Epstein Barr, citomegalovirus, virus herpes simple, virus varicela-zóster, virus de la inmunodeficiencia humana, hepatitis, Mycoplasma.

· Cultivos: frotis faríngeo para bacterias/virus; coprocultivo; cultivos de sangre y orina; gota gruesa si procede de área endémica de malaria.


Los estudios complementarios ante una crisis hemolítica para el diagnóstico final específico se completan en función de la orientación del cuadro clínico y la sospecha.

En el caso de la deficiencia de G6PDH, se realiza un estudio enzimático específico para determinar la actividad del enzima (3 y 4).


Tratamiento


· Hallar el desencadenante y retirarlo (bien sea un fármaco, el consumo de determinados alimentos…)

· Tratamiento antibiótico especifico en caso de cuadros compatibles con una infección bacteriana.

· Valorar ingreso del paciente en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) en función de la gravedad del cuadro.

· Se pueden transfundir concentrados de hematíes en casos graves que lo requieran, pero la recomendación general es limitar las transfusiones todo lo que se pueda para evitar complicaciones futuras.

· Soporte renal (hidratación y alcalinización de la orina) en caso de hemólisis intravascular: administración de suero glucosado sin potasio y bicarbonato para mantener el pH de la orina en torno a 7-8.

· Suplementos de ácido fólico.

· Quelantes de hierro en caso de sobrecarga férrica.

· Controles analíticos estrechos hasta la estabilización del paciente (4).



Pronostico y posibles complicaciones


El pronóstico suele ser favorable tras la resolución del episodio hemolítico. En muy pocas ocasiones se producirá insuficiencia renal y, menos frecuente todavía, la muerte del paciente tras una crisis muy grave (3).



Bibliografía


1. Cappellini M, Fiorelli G. Glucose-6-phosphate dehydrogenase deficiency. Lancet. 2008 Jan 5;371(9606):64–74.

2. Ruwende C, Hill A. Glucose-6-phosphate dehydrogenase deficiency and malaria. Journal of Molecular Medicine 1998 768 [Internet]. 1998;76(8):581–8. Available from: https://link.springer.com/article/10.1007/s001090050253

3. Deficiencia de glucosa -6- fosfato deshidrogenasa: MedlinePlus enciclopedia médica [Internet]. Available from: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000528.htm

4. Bello Gutiérrez P, Mohamed Dafa L. Déficit de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa: revisión a propósito de un caso. Pediatría Atención Primaria [Internet]. 2015 Oct 1; 17(68):361–8. Available from: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1139- 76322015000500014&lng=es&nrm=iso&tlng=es

martes, 7 de diciembre de 2021

Anemia de Blackfan-Diamond

Autora : Isabel Ortiz Carrascosa

4º Curso Medicina grupo "A" (curso 2021-2022)

Código de trabajo : 2102-IOC


Introducción


La anemia de Blackfan-Diamond es una enfermedad hereditaria hematológica incluida dentro del conjunto de enfermedades raras, caracterizada por una aplasia medular arregenerativa congénita con eritroblastopenia que se manifiesta en los primeros meses de vida, pudiendo ser diagnosticada hasta los 2 años de vida y muy rara vez después de los 4 años (1).

Por ello, los pacientes tienen un déficit de la serie roja que produce severas consecuencias, además de otras malformaciones.


Aplasias medulares


Para entender esta enfermedad, hay que entender el concepto de aplasia o insuficiencia medular, en la que hay un déficit de una o más series de células sanguíneas por diversas causas a nivel central en la médula ósea. En el caso de la anemia de Blackfan-Diamond, se trata de una insuficiencia medular selectiva, pues solo afecta a la serie roja (anemia).

La aplasia pura de la serie roja o eritroblastopenia, se caracteriza por:

- Anemia normocítica severa.

- Reticulocitos < 20.000/mm3.

- Ausencia selectiva de precursores eritroides en la médula ósea.

- La celularidad medular es normal, con cifras de leucocitos y plaquetas normales.

A su vez, las eritroblastopenias pueden ser:

- Congénitas: anemia de Blackfan-Diamond (tema a tratar).

- Adquiridas: bien idiopáticas o secundarios a otras causas (fármacos, infecciones, etc).



Clínica


En general, los pacientes suelen ser diagnosticados antes de los 18 meses de vida. Los primeros síntomas de alarma suelen ser palidez y disnea durante la alimentación o lactancia. Dicha palidez es aislada, no se encuentran visceromegalias ni otros signos de hemolisis.

También aparece una anemia macrocítica arregenerativa severa, siendo las demás series hematopoyéticas normales (2). Los pacientes suelen presentar una baja estatura y anomalías congénitas, sobre todo a nivel craneofacial (secuencia de Pierre-Robin y fisura palatina), urogenital (ausencia de riñón o riñón en herradura), cardiológico (4), ocular (cataratas, glaucoma, esclerótica azul), en los pulgares (frecuente que tengan tres falanges) (1). Estas malformaciones aumentan el riesgo de padecer otras enfermedades neoplásicas en el futuro, bien por tumores sólidos o hematológicos; además de problemas hormonales tales como insuficiencia suprarrenal, hipogonadismo e hipotiroidismo (2).

 


Figura 1. Secuencia de Pierre-Robin: micrognatia, glosoptosis y
 obstrucción respiratoria alta con o sin paladar hendido.




 
Figura 2. Pulgar con tres falanges, característico.

Etiología


Es una enfermedad que se hereda de forma autosómica dominante, por lo que solo hace falta una copia anormal del gen mutado para que se manifieste la enfermedad. A pesar de esto, también puede aparecer ‘de novo’ en una familia debido a una mutación puntual.

En los casos hereditarios, se han encontrado genes que están presentes en un 45% de los pacientes. Todos ellos codifican proteínas ribosómicas o de la subunidad pequeña (RPS7, RPS17, RPS19 en un 25% de los casos, RPS24) o grande (RPL5, RPL11, RPL35A) del ribosoma (1).

En casos muy raros, puede estar causado por una mutación en el gen GATA1, gen que codifica un factor de transcripción involucrado en el desarrollo eritroide (4), o deberse a una herencia ligada al cromosoma X (2).

Dependiendo de cuál sea la mutación implicada, esta enfermedad puede clasificarse en diferentes subtipos.

 


Tabla 1. Subtipos de la Anemia de Blackfan-Diamond según la mutación genética implicada (3).

A pesar de que la mayoría de estas mutaciones solo se encuentran en un porcentaje muy bajo de pacientes, existe una correlación entre la aparición de anomalías craneoencefálicas en portadores de RPL5 y RPL11 y la no aparición de estas anomalías en portadores de RPS19 (1).


Patogenia


La enfermedad se produce por un trastorno intrínseco de la eritropoyesis, con una disminución de las CFU-E y en algunos casos, también de las BFU-E debido a una hipersensibilidad a la muerte por apoptosis (8) por la falta de funcionamiento de las proteínas ribosomales y/o errores en su ensamblaje. Una explicación viene dada por la ‘Hipótesis del estrés ribosómico’. En condiciones normales, una proteína llamada HDM2 (ubiquitina ligasa) regula los niveles y actividad del p53, promoviendo su degradación. La interacción de esta proteína junto con otras proteínas mutadas que aparecen en la Anemia de Blackfan- Diamond (RPL5, RPL11 y RPL23) reducirían su actividad e impedirían la degradación del p53, afectando así a los precursores eritroides.



Criterios diagnósticos (6)


1. Edad menor de 1 año.

2. Anemia macrocítica sin otras citopenias.

3. Reticulocitopenia.

4. Celularidad normal en médula ósea, con escasez de precursores eritroides (5)

 

 
 
Criterios de soporte:

- Historia familiar: se puede confirmar hasta en un 20% de los casos (1).

- Detección de las mutaciones causantes (gran valor diagnóstico).

- Aumento de actividad de adenosina deaminasa (ADA) eritrocitaria: es frecuente pero no es específica, puede elevarse en personas que no padezcan la enfermedad.

- Anomalías congénitas características con la enfermedad.

- Hemoglobina F elevada.

- No evidencia de otros fallos medulares congénitos.


Diagnóstico diferencial


- Eritroblastopenia transitoria de la infancia: se da en niños mayores de un año, no es de carácter hereditario y la HbF y la ADA no están elevados (8).

- Otras ribosomopatías: disqueratosis congénita, hipoplasia del cartílago- cabello, síndrome de Shwachman-Diamond, síndrome de Treacher Collins, síndrome de Bowen-Conradi, cirrosis infantil de los indios de Norte América (6).


Tratamiento


- Corticoides (Prednisona): mejora la anemia en el 80% de los casos, en los casos donde no haya mejora, deben suspenderse poco a poco (6). Contraindicados en el primer año de vida (1).

- Transfusiones de sangre: para mejorar la anemia y mantener una concentración de hemoglobina y glóbulos rojos óptima, además de mantener el crecimiento y el desarrollo del niño.

- Trasplante de médula ósea con HLA idéntico de hermano no afectado (1): único tratamiento potencialmente curativo. A pesar de esto, no desaparece el riesgo aumentado de padecer otras neoplasias (las malformaciones ya están presentes).



Pronóstico


El pronóstico es generalmente bueno (1), aunque depende fundamentalmente de la clínica del paciente, la gravedad de las alteraciones morfológicas, la severidad de la anemia, la respuesta al tratamiento y las complicaciones asociadas. A largo plazo, hay mayor riesgo de padecer diferentes neoplasias, posiblemente por las ventajas de los clones con mutaciones en p53.

Las complicaciones asociadas al tratamiento suelen ser por efectos secundarios del uso prolongado de corticoides, sobrecarga de hierro por las transfusiones, etc.

Debido a los avances, ha aumentado el número de mujeres embarazadas con esta patología. Estos embarazos son considerados de alto riesgo por retraso en el crecimiento fetal intrauterino, frecuencia de pérdidas fetales, prematuridad, preeclampsia y otros; por ello deben ser monitoreados y manejados de forma multidisciplinar por obstetras, hematólogos y neonatólogos (9).


Bibliografía


1. https://www.orpha.net/consor/cgi-bin/OC_Exp.php?Lng=ES&Expert=124

2. https://rarediseases.info.nih.gov/espanol/12933/anemia-de-diamond- blackfan

3. https://omim.org/phenotypicSeries/PS105650

4. Ellis, S. R. (2014). Nucleolar stress in diamond blackfan anemia pathophysiology. Biochimica et Biophysica Acta - Molecular Basis of Disease, 1842(6), 765–768. https://doi.org/10.1016/j.bbadis.2013.12.013

5. https://www.medigraphic.com/pdfs/pinar/rcm-2017/rcm174p.pdf

6. Machado, A. (2010). Muchas gracias a todos. 2010.

7. Presentación Hematología 2021. Medicina.

8. Lipton, J. M., & Ellis, S. R. (2009). Diamond-Blackfan Anemia: Diagnosis, Treatment, and Molecular Pathogenesis. Hematology/Oncology Clinics of North America, 23(2), 261–282. https://doi.org/10.1016/j.hoc.2009.01.004 Rich. (2009). NIH Public Access. Bone, 23(1), 1–7. https://doi.org/10.1016/j.tracli.2010.06.001.Diamond-Blackfan